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entregas previstas para el mes de julio por problemas de suministro desde fábrica a la escasez mundial de chip
¿Qué es?
Un desfibrilador es un dispositivo que administra una descarga eléctrica al corazón a través de la pared torácica. Sus sensores integrados analizan el ritmo cardiaco del paciente durante unos 10 segundos, detectan el estado del paciente e indica si es necesario suministrar una descarga eléctrica después de producirse el shock.
¿Para qué sirve?
La desfibrilación temprana es la “llave para la supervivencia” para el 80% de las paradas cardiacas extrahospitalarias, que están originadas por fibrilación ventricular (FV), ya que por cada minuto de retraso en realizar la desfibrilación las posibilidades de sobrevivir disminuyen en un 10%. Para que la desfibrilación temprana sea posible es necesario que el conocimiento sobre la utilización de la desfibrilación
Son aparatos que se utilizan para la reanimación de una persona que ha sufrido un paro cardíaco. Se basa en la aportación repentina y breve de una descarga eléctrica de alto voltaje para poder detener las arritmias cardiacas. Se da en situaciones en las que los latidos cardiacos aumentan o se produce una actividad eléctrica desorganizada. Por estos síntomas el corazón trabaja de forma descontrolada, pudiendo provocar un paro cardíaco.
Con este aparato se puede conseguir una señal que permite saber la tarea eléctrica del corazón, a través de electrodos en íntimo contacto con este músculo. Se pueden diagnosticar las arritmias desde el interior, pudiendo así aplicar una descarga suficiente para desfibrilar el corazón.
Estos son unos aparatos portátiles que analizan y buscan ritmos cardíacos desfibrilables. Notifican a la persona rescatante si existe la necesidad de una desfibrilación y, de ser así, se aplica una descarga. Diagnostica y atiende la parada cardiorrespiratoria, ya sea debida a la fibrilación ventricular, el corazón tiene actividad eléctrica pero no posee efectividad mecánica; como por una taquicardia ventricular sin pulso, en la que se tiene actividad eléctrica, pero es ineficaz el bombeo sanguíneo.
La desfibrilación radica en emitir un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando a la vez todas las células miocárdicas. Así se puede retomar el pulso eléctrico normal, o en su defecto, uno eficaz.
Los desfibriladores son muy eficaces en los llamados paros cardíacos, ya que deja de latir el corazón de forma inesperada. Normalmente, es causado por un ritmo cardíaco raro al que se le llama fibrilación ventricular.
Sin embargo, hay circunstancias en las que los que estos aparatos no son eficaces, tales como la parada cardiaca con asistolia, ya que el corazón, además de no bombear sangre, no tiene actividad eléctrica.
También es ineficaz en la actividad eléctrica sin pulso, llamada también disociación electromecánica, donde sí hay actividad eléctrica (incluso puede que normal), pero sin eficacia mecánica. En estos dos casos sólo se debe realizar la compresión torácica.
Existen varios proyectos tanto en España como en otras partes del mundo que fomentan la instalación de sistemas de cardioprotección en lugares concretos, como pueden ser lugares con mucho público como colegios, centros comerciales, asociaciones, aeropuertos… Estos proyectos son apoyados por expertos cardiólogos, ya que en España se registra unas 24.500 paradas cardiacas extrahospitalarias y unos 68.500 infartos de miocardio agudos, lo cuales aproximadamente un 30% causan la muerte en el paciente antes de llegar al centro hospitalario. Dado a estas elevadas cifras en España se han puesto desfibriladores en la gran mayoría de aeropuertos, grandes complejos comerciales, zonas comunes de hospitales o centros deportivos.
El mantenimiento de es una clave importante para que esté siempre a punto en caso de ser necesario. Estos mantenimientos se hacen anualmente y siempre después de una intervención. Es tan importante estar formado para el uso de estos instrumentos como el mantenimiento de los mismos.
La empresa Esforem ofrece desfibriladores como el Philips Hs1 HeartStart, diseñado para que cualquier persona común sea capaz de utilizarlo en un momento específico, ya que está creado para ser el desfibrilador más fiable y fácil de usar. Cuenta con un peso de 1,5 kg, por lo que es pequeño y ligero. Este aparato guía paso a paso el proceso de desfibrilación, mediante instrucciones de voz claras y en español para que cualquiera pueda salvar la vida de otra persona. Recuerda que puedes ponerte en contacto con nostros para cualquier tipo de duda.
Año 1966. En Belfast, en el Hospital Royal Victoria, el profesor John Anderson (especialista en ingeniería médica) crea junto a su equipo el primer desfibrilador móvil del mundo. Tras seguir distintos pasos evolutivos durante décadas, en 1998, el mismo hombre que inicio el camino funda HeartSine, que tiene como objetivo crear aparatos más ligeros, sencillos y manejables. Poco a poco, las principales casas comerciales del sector empiezan a sacar los primeros modelos y la comunidad médica se asombra por su facilidad y manejo. Pero, a pesar del impacto que tuvieron, su uso por parte de personal no sanitario suena todavía a utopía.
No es hasta unos años después, con la irrupción de la evolución informática, cuando se empiezan a hacer realidad diversas soluciones para facilitar su uso. Aun así, en aquel momento seguía existiendo un gran inconveniente: el elevado coste.
En sus primeros modelos, los precios de un desfibrilador externo eran totalmente prohibitivos para casi cualquiera que no fuese una entidad gubernamental, sanitaria o militar de un país desarrollado. Con los años, la evolución tecnológica y el coste de estos aparatos han recorrido caminos diametralmente opuestos. Han disminuido en peso, tamaño, complejidad de manejo y precio, siendo hoy por hoy aparatos seguros, fiables y, lo más importante, muy accesibles. La mayoría usan ya programas informáticos que, tras colocar los electrodos, te indican de manera clara los pasos a seguir y si, por ejemplo, tienes que desfibrilar o no a la víctima. Si tenemos en cuenta que más del 90 % de las fibrilaciones ventriculares revierten por si solas si en el primer minuto tras el paro cardíaco se realiza una desfibrilación, solo nos quedaría saber si, desde el punto de vista estadístico, nos saldría rentable su compra.
Para muchas empresas y organismos el precio de un desfibrilador externo hoy día sigue siendo demasiado elevado, (oscilan entre los 1.200 y los 2.500 euros), por lo que parece entonces capital saber si ese dinero se puede convertir o no en una gran inversión en el futuro.
En diversos estudios ha quedado patente que el uso de estos aparatos reduce de manera drástica la mortalidad y las secuelas que se pueden llegar a padecer por sufrir periodos prolongados de anoxia cerebral. Personas reanimadas de manera tardía sufren casi un 40 % más de lesiones cerebrales moderadas y graves, que generan a nivel económico, laboral y familiar un elevado impacto por sus prolongados ingresos hospitalarios.
Dejando claro de antemano que la vida de una persona no tiene precio, vamos a poner un ejemplo bastante claro y frío. En una empresa, un trabajador con un salario medio sufre una muerte súbita. No se dispone de desfibrilador y se ha empezado por parte de sus compañeros una maniobra de soporte vital básico. La ambulancia tarda en llegar siete minutos y, tras quince minutos de esfuerzo, consiguen recuperar esa vida. Hasta aquí todo bien.
Saltamos un año en el tiempo. El trabajador sigue ingresado. Sufrió secuelas graves y está incapacitado, por lo que es improbable que vuelva a trabajar nunca. Todo el tiempo que ha estado de baja, su empresa ha estado pagando su sueldo y el de otro trabajador que lo ha tenido que sustituir. Además, cómo el percance se produjo a raíz de un accidente laboral, se han pedido indemnizaciones millonarias y la empresa tiene varios juicios pendientes. Sin contar el coste humano (que recalcamos, nos parece imposible de tasar), ¿le sigue pareciendo que un desfibrilador con un precio de 2.000 euros es caro para una empresa?
La empresa Esforem te ofrece, desde los precios más competitivos, los mejores desfibriladores externos Phillips, así como diversos cursos de formación sobre su uso y manejo para que en todas las empresas las vidas no tengan precio.
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FRX
1.250,00 € 1.500,00 €
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Llave pediátrica Philips FRX HeartStatr
127,00 €
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Vitrina AED WALL INDOOR
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LIFEVAC
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Desfibrilador de entrenamiento philips HS1 heartstart
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