El insomnio es un mal habitual en nuestra sociedad. El ritmo de vida, la exposición a pantallas, los ruidos y las preocupaciones hacen que afecte a gran cantidad de personas. Y es un mal peligroso, porque un descanso inadecuado puede ser el origen del deterioro de la salud cardiovascular.
El proceso del sueño
Se necesitan ente 7 y 8 horas de sueño para que el cuerpo de un adulto sea capaz de recuperarse del estrés, regenerarse y autorregularse. En los periodos de sueño más profundo, el cuerpo humano repone tejidos, oxigena la sangre, y trabaja en el sistema inmunitario. Un buen descanso favorece la recuperación frente a las enfermedades y regula también el sistema endocrino.
¿Cómo afecta el insomnio a la salud cardiovascular?
La falta de descanso impide que todos los procesos que se desencadenan durante el sueño puedan realizarse. La Revista Española de Cardiología (REC) ha señalado que la falta de sueño está detrás de la aparición de muchas de las enfermedades cardiacas.
Hipertensión arterial
La falta de sueño eleva la presión arterial. Durante las fases más profundas del sueño, la presión arterial se reduce considerablemente. El insomnio impide que este proceso se realice con normalidad y, por lo tanto, la presión arterial permanecerá alta. Tener una presión arterial elevada favorece la aparición de enfermedades como el ictus o el infarto de miocardio.
Falta de oxigenación de la sangre
La hipoxia es una enfermedad grave. La falta de oxígeno en la sangre hace que los tejidos no obtengan la cantidad necesaria y no puedan regenerarse adecuadamente. En este proceso, el cerebro es el que sale peor parado.
Diabetes
Unos niveles altos de azúcar dañan los vasos sanguíneos y afectan directamente al corazón. La aparición de diabetes es más frecuente si no se produce un buen descanso y puede desembocar en enfermedades cardiacas como presión arterial alta o altos niveles de colesterol.
Colesterol alto
Una falta de sueño puede provocar un aumento en los niveles de colesterol. Esto se debe a que los genes que regulan el colesterol funcionan de manera ineficiente en las personas que padecen insomnio. El colesterol alto favorece que se formen depósitos de grasa en los vasos sanguíneos que pueden acabar desembocando en enfermedades del corazón. De hecho, según la Sociedad Española de Cardiología (SEC) el colesterol alto puede llegar a ser el causante del 60 % de las enfermedades del corazón.
Aneurismas vasculares
La presión arterial alta puede producirse por la falta de descanso y es uno de los factores que desencadena la ruptura de un aneurisma. Aquellas personas que padecen insomnio tienen un 24 % más de facilidades de padecer algún tipo de hemorragia asociada a un aneurisma. Es, además, una enfermedad que no da síntomas, por lo que su riesgo es aún mayor.
¿Cómo evitar el insomnio?
Hay algunas rutinas que se pueden utilizar para combatir y reducir el insomnio:
- Evitar utilizar pantallas antes de acostarse para que el sistema hormonal se regule correctamente.
- Tratar de acostarse y levantarse siempre a las mismas horas.
- No cenar abundantemente y dejar pasar un par de horas antes de acostarse.
- No realizar ejercicio intenso en las horas previas a dormir.
- Tratar de reducir el tiempo que se pasa en la cama: es preferible ver la televisión o leer en otros espacios.
Además de ser molesto, el insomnio puede afectar gravemente a nuestra salud cardiovascular. En los últimos años, la mortalidad por enfermedad cardiovascular ha aumentado considerablemente. Muchas veces, este aumento se asocia a malos hábitos alimenticios, tabaquismo u obesidad, pero la realidad es que la falta de sueño puede llegar a ser un factor determinante. Y, aunque cada vez más edificios cuentan con desfibriladores y hay más espacios cardioprotegidos, la mejor opción en estos casos es siempre la prevención.
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